viernes, 23 de marzo de 2012

Una Vela - Réquiem

Ya no sé la diferencia entre sueño y realidad. ¿Cómo se supone que debo saberlo si la realidad es cada vez más díficil de creer, mucho más difícil de afrontar e imposible de eludir? Y los sueños son fantasmas, como gélidos remordimientos que se me presentan invisibles, ¿o es que acaso, mi alma trémula de dolor turbia mis espectros con la falsa niebla del olvido? 


Ahora, entre estas confusiones, paso mi gris existencia sin ninguna otra compañía que la de mi mismo, e incluso ésta pongo en duda, ya que el tiempo, ávido pícaro y ladrón, robó ya mi esencia y escapó con ella, y no se le ha vuelto a ver.


Y mientras el Tedio clava en mí sus dientes, y sus garras, y sus negros aguijones, y mientras sus tentáculos me oprimen sin que pueda (ni mucho importe ya) evitarlo, yo me hundo, envenenado y abatido, oh! pobre mártir desgraciado! Feliz incomprendido de mi propia destrucción. Porque ahora estoy vacío y acabado, pero no en vano, porque todo lo que ahora me falta, todo lo que fui alguna vez, todas mis experiencias, recuerdos, sentimientos y emociones de un alma alocada y vivaz, ahora están contigo, entonando un réquiem y cuidándote como siempre juré hacerlo. Y poco a poco me desvanezco... las palabras desaparecen... y se esboza una sonrisa... adiós..